DISFRAZ A MEDIAS...
Este año, iba a ser diferente. Se acercaba el martes de carnaval y quería impresionar... Acudió a la modista y le tomó medidas, en dos días debía volver a por su disfraz. Orgulloso pensó -¡Este año no me conoce ni dios!-
Recogió su disfraz, recién planchado, bien almidonado, blanco muy blanco. Las alas hechas de plumas sintéticas, parecían querer elevarse al mismo cielo... Eran grandes, majestuosas. Caída la tarde, deberían brillar... Mientras se acicalaba de ínfulas, se recreó en su ego -por fin voy a disfrutar de un día de gloria- Ya en la fiesta, comenzó con su garbeo de ensueño: bondad infinita (quería parecer bueno), hasta que escuchó el eco de su propia bofetada. Entonces, se reverberó ante el espejo de sus vanidades y se vio así mismo. Se le olvidó la máscara.
LBH © Copyright Derechos Reservados
Hay egos que no soportan a nada ni a nadie. De hecho, no soportan ni sus propias máscaras. Te veo muy entonada, Lumi, estás llegando a tu momento de gloria microrrelatista. Ojo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Gracias Amando por el comentario y por el "ojo". Un abrazo
EliminarHola, Lumi. Llego a tu blog impresionada por el excelente comentario que haces a un escrito de Amando.Me dije: esta persona promete y aquí me tienes, admirando tus relatos. Y me voy a quedar para estar al tanto de tus creaciones.
ResponderEliminarMe gusta este microrrelato sobre el narcisismo, de esas personas insoportables cuyo ego pedante y agresivo ocupa el centro de toda su actividad.
Pero, como dices,se disfrazan y así van por la vida hasta que se cae la máscara y el espejo le devuelve su pobre realidad.
Me alegro de haber dado con tu blog.
Un abrazo.
Hola Lumi, me ha gustado mucho el relato porque desenmascara una realidad de muchos que se esconde tras esa máscara que ellos mismos se crean pensando que son unos triunfadores. Me has llevado de principio a fin, a través de tu narración, leyéndola con deseos de que no terminase, aún queriendo conocer el final.
ResponderEliminarMe alegra venir a leerte, un beso
Rosa.
Muy ingenioso microrelato Lumi. Y muy adecuado para estas calendas. Frente a una mala máscara: Un buen espejo.
ResponderEliminarSaludos y recuerdos.
Tantas ínfulas para chocar con la realidad de que no se es nada.
ResponderEliminarBesos sin máscaras
Muy bueno, final sorpresivo e impactante!
ResponderEliminar;o)
Hola, Lumi, hacía tiempo que no pasaba por tu blog, pensaba que hacía tiempo no publicabas, y resulta que esta entrada no la había leído antes, pero aquí estoy, para ponerme al día con tu blog.
ResponderEliminarNo solo existen los disfraces en carnaval, también en el día, a día, existen máscaras, algunas personas, así van por la vida, pero al final, siempre se descubre la verdadera realidad.
Muy bello tu micro.
Un beso.
Hola, Lumi, vuelvo a pasarme por tu blog y como veo que no has vuelto a publicar nada, quiero que sepas que me gustaría que te animaras a hacerlo.Aquí hay alguien que te espera.
ResponderEliminarUn abrazo.